
Nicolás Hip
Escritor · Tallerista



hola, hola.
Hip cursó los diplomados en Escritura Creativa otorgados por la Universidad Católica de Valparaíso (2020) y Universidad Diego Portales (2021).
Actualmente es alumno del Máster en Escritura Creativa en Español impartido por la Universidad de Nueva York, donde fue premiado con la beca MA Scholar, otorgada al desempeño dentro de cada promoción. En la misma universidad es profesor de Español en el Departamento de Español y Portugués.
Se desenvuelve como director en la Escuela de Escritura, donde guía el taller Escritura creativa y recursos estéticos. También lleva a cabo los talleres gratuitos Autobiográfica, enfocado en público LGBT, y La llamada cuentista, para personas ciegas.
La experiencia de sus alumnas y alumnos se encuentra acá.





Rey de corazones
fragmento
Bastaba que pasara una mosca y a mamá se le arrancaba el ojo bizco. Era el izquierdo y tenía el gesto inconsciente de tapárselo con el pelo. La recuerdo deslizando la mano por la mesa y recogiendo las hebras de té. Apoyaba el costado de la mano en el mantel de hule, haciendo una cuna, y luego la recogía metiendo las hebras en el bolsillo del delantal. La mesa también se llenaba con las bolitas de miga que hacía papá y ella las perseguía cada vez que nos parábamos. Incluso al terminar repasaba la madera con el lustramuebles. Ella tenía algo con la mesa y yo también. En su caso era algo con la pulcritud de la madera: los domingos se agachaba con un paño naranjo y les sacaba brillo a las patas hasta que yo reflejaba mi cara. Yo era más alto que la mesa, pero veía mi cara porque pasaba los días debajo de ella. Quizás mamá sentía que ella misma no estaba limpia si no lustraba la mesa. Tanto afanar la casa le tenía las manos ásperas, como papá que trabajaba en el mercado de Lo Valledor. Cuando afanaba lo hacía sola, mi tía Martuca era una mujer enferma, se suponía, tenía incontables dolencias al cuerpo, sobre todo si era domingo. Mamá se armaba con los útiles de aseo y yo con los crucigramas del diario. La veía pararse en puntillas y prender la radio sobre el refrigerador, buscando con la perilla del dial. Cuando pillaba a Cecilia la Incomparable se daba vuelta y marcaba el ritmo: paño, cadera, trapo, cadera. Y yo iba a la siga preguntando las palabras que no me resultaban del crucigrama.






reconocimientos.
Premiado por los Fondos Nacionales del Libro 2018 con la novela Krenkénayen, en 2020 con Rey de corazones, y 2022 con Loica nevada,
donde obtuvo distinción máxima.
Sus primeros trabajos fueron publicados en la antología Jueves (2017), al igual que Masterpiece y un par de cuentos aspiracionales (2020).
Como editor y diseñador trabajó en la publicación del libro Diez terrones de azufre (2021), Jaulaabierta (2022) y Fósfora (2023), disponibles en formato físico, audiolibro y digital acá.




proyectos.
En su rol como director en la Escuela de Escritura, trabaja en la constante propuesta de instancias gratuitas de aprendizaje, programando eventos de difusión narrativa para las y los integrantes de la comunidad de la Escuela.
Desarrolla sus próximos proyectos de publicación 2022: Crónicas Halley 1986 y el guion de largometraje Adoración.

